sábado, noviembre 01, 2014

Un 25 de Mayo solo para algunos

(Cristian Olivera | Para diario Tribuna |16/05/2014) -  Es algo que ocurre por primera vez en la historia de Madariaga, por alguna razón, el acto tradicional por el 25 de Mayo, esta vez se celebra a varios kilómetros de la ciudad y como parte de un evento organizado por una institución privada, que naturalmente cobra la entrada. De este modo el próximo domingo se romperá con una tradición que iniciaron nuestros antepasados, que trataron de legar no tanto el rito sino su contenido como manifestación de una ilusión de unificación y progreso. Parece restarse importancia al recuerdo del momento inicial de nuestra patria, nada menos que el punto de partida para lo que hoy somos.
En tanto que el Gobierno nacional retrocede en su enfrentamiento con la Iglesia y esta vez realiza el Tedeum donde tradicionalmente se llevaba a cabo, que era la Catedral porteña, acá ocurre lo contrario, la bendición del padre Alejandro en el aniversario de la patria queda reducida a los pocos que hayan recibido invitación para asistir o que cuenten con la disponibilidad económica para acercarse.
Ya el año pasado se trasladó el tradicional desfile del 9 de Julio al 25 de Mayo, en coincidencia con los festejos por los 10 años que se cumplían desde que fue electo Néstor Kirchner. El argumento fue, entonces, que hacía menos frío en mayo que en pleno julio. Parece que este año el tiempo viene más cálido.
Lo cierto es que en ignorancia total de que la cultura representa un anclaje generacional y es la principal referencia a la hora de generar pertenencia, se alteran estas prácticas como si el vínculo con el pasado no tuviera importancia objetiva en la construcción social y ciudadana.
La tradición se sostiene en la costumbre para generar identidad, por esto, la desaparición de la costumbre, necesariamente cambia la tradición, al mismo tiempo que la desaparición de la tradición nos deja sin identidad, y sin identidad solo somos un grupo disperso, que sin aquello que lo ensambla pierde el rumbo en el sueño de un destino común. Ese es el valor de una celebración que ha cultivado los lazos de un pueblo desde que se inició, allá por 1907.
La pregunta es ¿por qué se tomó esta decisión? ¿Acaso el temor a la falta de convocatoria y entonces en el marco de una fiesta ya instalada y a varios kilómetros de la ciudad todo pasará más desapercibido? ¿O una simple demostración autoritaria de que el que recibió los votos puede hacer lo que quiere? ¿O se trata de una falta total de conocimiento sobre el valor de la tradición cultural?
Cualquiera sea el motivo es inexplicable y contrasta tanto con el sentir popular que ya se inició en Facebook una campaña para abanderar la ciudad y festejar el 25 de Mayo con los colores nacionales, en muestra clara de que la unión de un pueblo no puede ser rota por decisiones arbitrarias tomadas por gobiernos circunstanciales.
La Real Academia Española define como patria a la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos”, pero la patria es mucho más, es la imaginación conjunta a la hora de proyectar el futuro. El 25 de Mayo, entonces, se conmemora el inicio de esa coyuntura. Es la unidad y la cercanía. ¿Tendremos que acostumbrarnos a la distancia? ¿Tendremos que acostumbrarnos a gobiernos que no valoren la ligazón humana en que se manifiesta un pueblo? ¿Tendremos que acostumbrarnos a no ser escuchados?

Mientras que en la TV Pública, durante la transmisión de Futbol para Todos, anuncian una gran fiesta popular por el 25 de Mayo, en Madariaga se programa el festejo en un predio privado, alejado, pagando entrada... Solo para algunos…

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